sábado, 20 de diciembre de 2014

¿Sabes que tipos deseos hay?...

Hay dos tipos de deseos o de dependencias: el deseo de cuyo cumplimiento depende mi felicidad y el deseo de cuyo cumplimiento no depende mi felicidad.
El primero es una esclavitud, una cárcel, pues hago depender de su cumplimiento, o no, mi felicidad o mi sufrimiento. El segundo deja abierta otra alternativa: si se sumple me alegro y, si no, busco otras compensaciones, Este deseo te deja más o menos satisfecho, pero no te lo juegas todo a una carta.
Pero... exicte una tercera opción, hay otra manera de vivir los deseos: como estímulos para la sorpresa, como un juego en el qu elo que más importa no es ganar o perder, sino jugar.

Cuando haces algo gratuitamente, tienes contigo toda tu habilidad.
Cuando haces algo esperando ganar el premio, ya estás algo nervioso y pierdes parte de tu habilidad, pues ya no ves el objetivo con total claridad, pues te ciega el ganar.

El deseo marca siempre una dependencia. Todos dependemos en cierto sentido, de alguien o algo. Pero depender de otra persona o cosa para tu propia felicidad es, además de nefasto para ti, un peligro, pues está afirmando algo contrario a la vida y a la realidad.
el tener una dependencia de otra persona o cosa para estar alegre o triste es ir contra la corriente de la realidad, pues la felicidad y la alegría no pueden venirme de fuera, ya que están dentro de uno mismo.

Verónica Gades (|)

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