Nadie hace el mal sin justificación. Es la justificación la que lo
engaña. Nadie se daña a si mismo consistentemente, sino
inconscientemente. El que hace mal es un loco que NO merece castigo,
sino cura. No se puede condenar al que peca, sino el pecado, que es un
error. Las acciones pueden ser malas o buenas, y siempre dependerá de la
madurez y cordura del que las cometa. No puede llamarse malo al que
comete actos equivocados creyendo que los hace bien, o al que hace eso
compulsivamente, defendiéndose de peligros que solo están en su
imaginación. Ese es un ser dormido al que hay que despertar, o un ser
enfermo al que hay que curar y no juzgar.
Verónica Gades (|)
Verónica Gades (|)
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