martes, 1 de marzo de 2016

la apariencia temporal

La importancia de la apariencia es temporal y se hace final cuando llega el momento de ser inmortal. Mientras sueñas como una madre, los monstruos te invaden cada segundo por miedos no existentes y te pones a pensar si se hace todo nulo nuevamente cuando abres los ojos, mientras pasan años y te das cuentas que te consumes bajo el mar de fortuitos oráculos, que te dicen que ocurrirá en un año, y que pasará en el siguiente capítulo. Y llega un segundo de tu vida, que te das cuenta que no sirve de nada pensar en un camino sin sueños, que no sirve de nada un periódico sin letras, ni unas nuebes sin lluvia, que no sirve de nada unos labios sin besos, ni un rostro sin mirada, que no sirve de nada un camino sin tierra, ni una naturaleza sin árbol.
Las caricias de unas tecla, labrando un futuro musical absoluto sobre el rostro de una piedra que te acompaña sobre el fin de tus días, y sigues sin darte cuenta que la apariencia es temporal, no es para siempre, que se hace temporal cuando llega el momento inmortal de un sin fin de sueños, de ideas, de ilusiones no realizadas, por.... una apariencia no infinita.
Y ahí sigues... creando realidades irreales que no te llevan a ningún sitio y aunque realmente quieres que te diga, que si, que te llevan a un sin fin de posibilidades de cambios y crecimientos personales, crecimientos como los de un niño, en sus día de nacimiento por el paso en la tierra, queriendo ser objeto de seguridad en si mismo para poner en su lugar la alegria del dolor no mostrado por la tierra en un momento de llanto que no supo como nacer. Hasta que un día llega y revienta su dulce aroma de sentimientos hacia nosotros para hacernos ver el dolor involucrado en sus entrañas, como una madre cuando invaden sus monstruos infinitos cuando su hijo libera y siente la libertad de ser adulto, en un camino lleno de quizás o no dificultades, impuestas por una apariencia temporal.


Autora; Verónica Gades


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